Los cuerpos son campos localizados dentro de campos generales mayores:
El ser humano existe en un cuerpo físico que está sujeto a las leyes del campo gravitacional; la masa es la característica principal en este campo, y el crecimiento del cuerpo toma cierta longitud de tiempo. Se sabe que este cuerpo físico vino de un germen de protoplasma, esa substancia misteriosa que aparece igual ante el microscopio sea que haya de desarrollarse de ella un hombre o un saltamontes. Ese germen tiene dentro de sí, sin embargo, el factor o patrón determinante o intencional de aquello en que ha de convertirse. No es una sustancia inerte vista por el microscopio, es una masa flameante, en constante movimiento fluido, y parece mostrar inteligencia en su comportamiento. Algunos biólogos postulan que lo que parece intención básica y primordial en esta sustancia fundamental, se manifiesta más adelante en la psique del hombre como propósito consciente y dirigido; en otras palabras, el hilo de vida es continuo en cualquier nivel en que esté manifestándose. Este concepto está en armonía completa con las ideas teosóficas.Según la hipótesis teosófica, el doble etérico y los cuerpos emocional y mental (que constituyen lo que la ppsicología llama la spique) funcionan en el campo psicodinámico, término éste que implica la índole dinámica de las fuerzas de que está compuesto. Estas fuerzas están en movimiento continuo, que corresponde al incesante flamear del protoplasma en el nivel físico. Radiación y movimiento constante, son las características del campo psicodinámico, tal como la masa es la característica del campo gravitacional.
En el campo psicodinámico la mónada enfoca o localiza las fuerzas necesarias para la experiencia en el nivel mental-emocional. Es el campo del poder personal, de la conciencia y de lo que en la ppsicología de Jung se llama el inconsciente personal.
Pero aquí también el inconsciente personal se refunde con el inconsciente colectivo, de suerte que las influencias de este vasto océano de fuerzas síquicas están afectando constantemente a la persona.
Puede verse fácilmente que estos cuerpos son siervos excelentes pero pueden resultar amos tiránicos si un individuo no logra someterlos a su control. La actitud más efectiva que podemos tomar hacia ellos, está bellamente descrita en la obrita teosófica A los Pies del Maestro: "El cuerpo es un animal a tu servicio, el corcel que cabalgas. Por tanto, debes tratarlo bien y cuidarlo; no fatigarlo demasiado; nutrirlo convenientemente con alimentos y bebidas puras; mantenerlo siempre escrupulosamente limpio y libre de la menor mancha de suciedad. "Porque sin un cuerpo perfectamente limpio y sano no podrás llevar a cabo el arduo trabajo de preparación, ni soportar su tensión incesante. Pero siempre debes ser tú quien domine al cuerpo y no el cuerpo quien te domine.
"El cuerpo emocional tiene sus deseos por docenas. Querrá que montes en cólera, que digas palabras ásperas, que sientas celos, que codicies el dinero, que envidies las posesiones ajenas, que te dejes abatir por el desaliento.
"Deseará todas esas cosas y muchas más, no porque quiera hacerte daño, sino porque le gustan las vibraciones violentas y le place cambiarlas continuamente. Pero tú no necesitas nada de eso, y por tanto debes discernir entre tus deseos y los de tu cuerpo emocional.
"Tu cuerpo mental deseará considerarse orgullosamente separado; pensar mucho en sí mismo y poco en los demás. Aunque lo hayas desligado de los intereses mundanos, seguirá tratando de ser egoístamente calculador y de hacerte pensar en su propio progreso en vez de pensar en la labor del Maestro y en ayudar a los demás.
"Cuando medites, tratará de hacerte pensar en las mil cosas diversas que él desea, en vez de en la única cosa que tú anhelas. Tú no eres esa mente, sino que ella está a tu servicio, y por tanto en esto también necesitas discernimiento.
"Debes vigilar incesantemente, o si no fracasarás".
EL BUDA Y LAS FUERZAS DE LA LUZ
En este mes de Tauro, en tiempos de profundos cambios, como un llamado del alma, la enseñanza del Buda se nos presenta renovada y actualizada.
Cuando el Buda alcanzó la iluminación, estableció el primer vínculo principal con las Fuerzas de la Luz. Estas Fuerzas son grandes Entidades Cósmicas que residen en los planos más altos de la existencia.
El principal efecto del impacto de las Fuerzas de la Luz en la humanidad es el esclarecimiento de sus mentes, iluminando a la personalidad y haciéndola creadora y magnética. Estas fuerzas están siempre presentes en la Tierra , influyendo en las mentes de los servidores mundiales alineados con el Plan de Dios. Trabajan por intermedio de todos aquellos que realmente aman a sus semejantes, mas no pueden llegar a las mentes de las personas egocéntricas y cerradas ni tampoco a aquellos que, por pertenecer a una determinada religión, han cerrado su sistema de creencias alrededor de su fe determinada.
El sufrimiento humano, la decepción que nos ocasionan las guerras al reconocer que sus causas residen en el egoísmo nos hacen buscar nuevas respuestas y esto permite un mayor acercamiento a estas Fuerzas. Cuando los dirigentes religiosos, los estadistas, los conductores de importantes grupos mundiales admiten el fracaso de sus organizaciones y comienzan a buscar nuevas respuestas presentan un campo de impresión para las Fuerzas de la Luz que siempre están listas para inspirar los nuevos paradigmas en las diferentes áreas sociales, políticas, económicas y culturales de la humanidad.
El Maestro D.K. afirma que el organizador de estas Fuerzas en este momento es el Buda, a quien millones de personas reconocen como el Portador de la Luz desde lo alto. Sus Cuatro Nobles Verdades exponen con sencillez las causas de la dificultad humana. Enseñan que la aflicción y el sufrimiento son producidos por el ser humano mismo debido al enfoque del deseo humano sobre lo efímero, indeseable y material. El Maestro DK parafrasea su mensaje con las siguientes palabras:
· Cesen de identificarse con las cosas materiales
· Adquieran un exacto sentido de los valores espirituales
· Cesen de considerar las posesiones y la existencia terrestre como de principal importancia.
· Sigan el Noble Octuple Sendero, los ocho modos correctos de vivir el sendero de las rectas relaciones con Dios y entre los hombres; y así serán felices.
Los pasos de este sendero son:
1. Correctos valores
2. Correcta palabra
3. Correcto modo de vivir
4. Correcto pensar
5. Correcta aspiración
6. Correcta conducta
7. Correcto esfuerzo
8. Correcto arrobamiento o felicidad.
En nuestros tiempos, gran parte de la conciencia humana sigue anclada en los falsos valores y el materialismo. Hay una necesidad imperiosa que se reconozca Su mensaje, tan necesario hoy como cuando lo pronunció en la Tierra hace aproximadamente 2.600 años.
El Buda es un agente de esa gran Vida en Quien vivimos, nos movemos y tenemos nuestro ser, el Señor del Mundo, el Anciano de los Días, Sanat Kumara. Él es el intermediario entre Shamballa y la Jerarquía. Es la expresión de la Sabiduría de Dios, la Personificació n de la Luz y el Indicador del Propósito Divino.
Los tres aspectos de la Luz : el esclarecimiento mental, la iluminación que confiere sabiduría y la comprensión amorosa encuentran su perfecta expresión en los dos grandes agentes de Sanat Kumara que son el Buda y el Cristo. El Buda trajo la iluminación al mundo y el Cristo demostró la realidad del Amor de Dios. Buda dijo: Dios es Luz, y Cristo: Dios es Amor
Estos dos grandes seres personificaron en sí mismos ciertos principios cósmicos y, por su trabajo y sacrificio, ciertas potencias divinas afluyeron a la humanidad, abriendo el camino para que la inteligencia se transforme en sabiduría y la emoción en amor.
Cuando Buda obtuvo la iluminación permitió que la luz “afluyera” sobre los problemas de la vida y del mundo. Enseñó que el camino de la liberación se encuentra en el desapego, el desapasionamiento y la discriminació n.
Por medio del desapego la conciencia cerebral es abstraída de las cosas de los sentidos imponiéndosele un nuevo ritmo que no responde a la naturaleza inferior. Por el desapasionamiento, la naturaleza emocional se inmuniza al llamado de los sentidos. Por la discriminació n la mente aprende a seleccionar lo bueno, lo bello y lo verdadero.
Por medio del mensaje del Cristo la humanidad aprendió el valor del individuo y la necesidad de intensificar el esfuerzo de su parte con el método: “ama a tu prójimo como a ti mismo” método que desarrolla la conciencia grupal desde la conciencia del individuo que busca la perfección con el propósito de enriquecer al grupo del cual forma parte.
Podemos y debemos invocar estas Fuerzas para que desciendan a la humanidad. Los Maestros nos han dado invocaciones de poder para ayudar en este acercamiento y la dada por el Maestro DK cobra hoy una trascendencia especial a la luz de los acontecimientos mundiales. Te recomendamos tenerla presente y repetirla a diario con la certeza de que invocas Fuerzas que siempre responden al llamado de la humanidad. Recórtala y llévala en tu cartera:
"Que las Fuerzas de la Luz iluminen a la Humanidad
Que el Espíritu de Paz de difunda por el mundo.
Que el Espíritu de colaboración una a los hombres de buena voluntad dondquiera que estén.
Que el olvido de agravios por parte de todos los hombres sea la tónica de esta época.
Que el Poder acompañe los esfuerzos de los Grandes Seres.
Que así sea y cumplamos nuestra parte."
Recuerda que las Fuerzas de la Luz están relacionadas con el Buda y el Espíritu de la Paz con el Cristo, que Buda representa a SHAMBALLA, y el Cristo representa a la JERARQUÍA. Desde Shamballa, centro de felicidad y propósito, se deciden los grandes movimientos políticos y el destino de las razas y naciones, desde la Jerarquía son enviados los desarrollos culturales y las ideas espirituales, pero es a través de la humanidad que se llevan a cabo; por eso, la invocación termina así: “... y cumplamos nuestra parte”.
Con el amor de siempre,
Carmen Santiago
Carmen Santiago
EL REAL TIEMPO DEL UNIVERSO
“…Porque existe el Universo y porque existimos nosotros. Si encontrásemos una respuesta a esto, sería el triunfo definitivo de la razón humana, porque entonces conoceríamos el pensamiento de Dios”.
Stephen W. Hawking “Historia del Tiempo”
Según los extraterrestres, hace miles de millones de años, nuestro planeta murió. Una violenta lluvia meteórica lo devastó terriblemente, sumiéndolo en las sombras. Sin embargo, ello no impidió que la vida finalmente apareciera. El hecho puntual de esta historia, es que la vida tendría que desarrollarse en una circunstancia por demás especial y diferente. Los mensajes de los Guías sostienen que una avanzada civilización cósmica, proveniente de la estrella Maya, la más brillante del sistema estelar de las Pléyades, vino a nuestro mundo para rescatarlo del desastre estelar.
Aquellos científicos extraterrestres, capaces de viajar a través del tiempo, llegaron a nuestro planeta “antes” de que este muriera, y crearon una especie de “burbuja” espacio-temporal, otorgándole de esta forma un “segundo nacimiento” o nueva oportunidad de subsistencia. Con ello se había establecido un “tiempo alternativo”, ajeno a la dinámica que impera en el Universo. En otras palabras, en el Real Tiempo del Universo, la Tierra continúa devastada y sin vida…
El Tiempo, de acuerdo a la visión extraterrestre, se puede representar con la figura de un espiral por donde fluyen los planetas. A mitad de ese tránsito la Tierra había muerto, y lo que hicieron los visitantes de las Pléyades fue generar otra ruta alterna al gran espiral, con la esperanza de que al completar aquel ciclo, nuestro planeta pueda incorporarse al Real Tiempo del Universo, con vida. Y aquí hay un hecho significativo: la Tierra volvería a la “Gran Red” portando una especie inteligente capaz de estimular grandes cambios. Esa especie somos los seres humanos.
Al ingresar al Real Tiempo del Universo, la humanidad se transformaría en una suerte de “vacuna” para corregir una crisis de estancamiento evolutivo que ha hecho presa a diversas civilizaciones cósmicas. Para sellar esa importante misión, la humanidad debe liberarse de todo aquello que la ata a la ilusión, y despertar a una realidad que yace en lo más íntimo de la espiritualidad humana. En caso contrario, de no lograr la suficiente energía para despertar de aquella ilusión colectiva ―un paso necesario para acceder al Tiempo Real― no lograríamos dar el salto dimensional y, por consecuencia, la misión de la Tierra fracasaría. Quizá —nadie lo sabe en realidad— aquel proyecto en el planeta azul se recordaría como un “sueño”.
Este episodio, que fácilmente podría servir de argumento para alguna película de Ciencia-Ficción ―recordemos por ejemplo Matrix― era conocido por las civilizaciones más representativas de la antigüedad. No en vano, en la India se habla del “mundo de maya” como la ilusión que vivimos, y de la cual tenemos que despertar. Ello se ve simbólicamente representado en el príncipe Sidartha Gautama ―hijo según la tradición hindú de la virgen “Maya”― quien luego de un importante proceso de búsqueda espiritual, alcanzó la verdad para transformarse en un Buda, el Iluminado de la Compasión.
Al otro lado del mundo, los mayas de México y Centroamérica hablaban del tiempo con veneración. Curiosamente, la palabra Maya deriva de Mayab, nombre que designaba a la Península del Yucatán antes del arribo de los conquistadores. Algunos estudiosos, basándose en la cultura de los indios quichés, sugieren que Mayab significa “La Gran Red”. ¿Una referencia al Tiempo?
Al margen de ello, resulta interesante saber que fueron seres extraterrestres de la estrella Maya ―según la mitología griega, una de las siete Pléyades, hijas de Atlas y Pleyone― quienes generaron aquel “tiempo alternativo” que involucra a nuestro planeta. El nombre Maya se repite una y otra vez.
Lo cierto es que la liberación de “Maya” no es sólo un símbolo. Involucra además un acontecimiento cósmico, real, y próximo: el retorno de la Tierra a ese “Tiempo Real”.
Como se verá a continuación, los antiguos mayas conocían el secreto.
Las Profecías Mayas.
Aún hoy en día sigue siendo materia de discusión el origen de los mayas. Al menos leyendo sus libros sagrados, el Chilam Balam y el Popol Vuh, se puede afirmar que llegaron de un lugar lejano, casi legendario para muchos historiadores. Sin embargo, llamar con “nombre y apellido” el lugar de origen de los mayas y ponerlo fuera de discusión en un mapa, es otra cosa. Los investigadores, pues, no se ponen de acuerdo. Existen hipótesis que van desde un supuesto inicio de la cultura maya en las tierras bajas del Petén (Guatemala), o que los conocedores del tiempo eran en realidad descendientes de la misteriosa cultura Olmeca. Otros, despertando sonrisas burlonas en la ortodoxia, hablan de Atlántida. Pero ni unos ni otros han podido desentrañar ese enigma. Si de misterio se trata, los mayas han quemado los “circuitos cerebrales” de numerosos arqueólogos.
Muchas interrogantes se han venido acumulando por más de 200 años, desde que se redescubrió en 1773 la ciudadela maya más famosa, y también desconcertante: Palenque. Este yacimiento arqueológico, construido en piedra caliza blanca resplandeciente, llama la atención por sus numerosas inscripciones que cubren las paredes de muchas de sus edificaciones más importantes.
Por alguna razón, los mayas ―o sus predecesores―, dejaron una pista para ser descifrada.
Recorriendo sus ciudades hallamos observatorios en la mayoría de sus asentamientos. De hecho se ha comprobado que los mayas calcularon, y con exactitud, la longitud de la órbita de la Tierra alrededor del Sol, trazaron el curso de los cuerpos celestes, predecían eclipses solares y lunares e inclusive el paso de los cometas, entre otros fenómenos cósmicos. Por si fuera poco, utilizaron el concepto de “cero” 500 años antes que los árabes. Eran astrónomos y expertos matemáticos.
El 11 de julio de 1991, tal como los mayas habían profetizado en uno de sus códices ―que constituía uno de los cuatro textos escritos sobre corteza de árbol que sobrevivieron a la conquista española― se produjo un eclipse solar en México. Este evento astronómico fue el inicio de una de las más importantes oleadas ovni de todos los tiempos, pues las observaciones fueron documentadas a través de numerosas filmaciones y ecos de radar de los principales aeropuertos de México.
Lo inquietante, es que el tratado astronómico de los mayas que predecía el eclipse, hacía alusión a esta oleada ovni bajo el misterioso título de: “El Retorno de los Señores de las Estrellas”. ¿Estuvieron los mayas en contacto con avanzadas civilizaciones estelares? ¿Acaso aquellos seres les enseñaron el secreto del tiempo?
Los mayas unieron armoniosamente la ciencia y la religión. La máxima deidad de ellos fue “Hunab Ku” (Jun= uno; Ab= diversidad; Ku= armonía divina) la figura poderosa del Sol Central Galáctico, ubicado a unos 33.000 años luz de distancia de nuestro Sol, que era conocido bajo el nombre de “Kinich Ahu”. Ellos sabían de que una energía sobrenatural, emanada del centro de nuestra galaxia, afectaría nuestro Sol, y por consecuencia de este fenómeno habría un cambio importante en el campo geomagnético de la Tierra, afectando, también, a todas las criaturas del planeta. Ello ya está sucediendo y se piensa que a partir del año 2012 ―como veremos más adelante, el momento decisivo de la raza humana― ingresaremos fruto de este proceso a “otra realidad”. No se trata de un evento catastrófico, sino el preludio de un verdadero nacimiento planetario. Los mayas hicieron importantes profecías sobre este punto, y he allí el hilo conductor que nos lleva a la reconexión con el Real Tiempo del Universo…
Según los extraterrestres, las profecías constituyen “la visión” de un futuro probable, que puede ser modelado por el ser humano si este posee el conocimiento suficiente para revertir aquello que por consecuencia lógica debe suceder. Las profecías son advertencias. En el caso de las que no auguran un buen momento, el trabajo debe ser intenso para modificarlas. En contraparte, ante los anuncios positivos ―como la ascensión del planeta a una esfera superior de consciencia― debemos depositar la energía necesaria para que ello se cumpla.
Si bien es cierto, la palabra “profecía” proviene del término griego profetúa, que significa literalmente “predecir” o “decir antes”, el arte de profetizar va más allá de adelantarse a los acontecimientos. Es la capacidad de ayudar a la humanidad a delinear el camino, a tomar decisiones correctas y vivir en armonía con su entorno. Los mayas lo sabían muy bien, no gratuitamente se adelantaron varias centurias al momento actual que vive la humanidad.
Como un ejemplo que invite a reflexión, he aquí un resumen de las Siete Profecías mayas, de acuerdo a la interpretación de numerosos investigadores:
Primera Profecía.
Menciona un periodo denominado “El Tiempo del no Tiempo”, concerniente a los 20 años previos a la sincronización galáctica del 2012. Durante ese proceso, la humanidad deberá vencer al miedo, en medio de gravitantes cambios que afectarán tanto al planeta como la conciencia colectiva de los seres.
Segunda Profecía.
Señala concretamente el eclipse de Sol acaecido el 11 de agosto de 1999. Como recordamos, este evento celeste permitió la formación de una gran cruz cósmica, teniendo como centro a nuestro planeta. No hay que olvidar que el cono de sombra del eclipse recorrió diversos puntos de Oriente Medio, como si estuviese revelando un área de futuros conflictos y momentos difíciles para la humanidad…
Tercera Profecía.
Producto de una deficiente sincronía entre el ser humano y la naturaleza, la Tierra empezará a responder con una ola de calor e importantes modificaciones en el clima. Los científicos detectarán cambios significativos en la radiación del Sol. De acuerdo a las últimas fotografías del SOHO, este fenómeno ya está ocurriendo.
Cuarta Profecía.
Producto del aumento de la temperatura (sumado todo ello al agujero en la capa de ozono), se producirá el derretimiento de los polos. Una realidad inquietante que la ONU viene subrayando desde marzo del 2003, cuando una gigantesca masa de hielo de 3.250 Km. cuadrados se desprendió de la barrera Larsen, en la costa este de la Antártida.
Quinta Profecía.
Habla de un “caos” social y de creencias. El esquema de vida humano registrará inesperados “sacudones”. Esta profecía nos dice que todos los sistemas basados en el miedo se transformarán junto al ascenso del planeta. Los investigadores consideran que además de una crisis económica y de orden global, habrá una crisis tecnológica que afectará la informática y la red satelital, en gran medida por las energías cósmicas que redimensionarán la Tierra.
Sexta Profecía.
Menciona la cercanía de un cuerpo celeste a nuestro mundo, como detonante final del “cambio de los cambios”. Los estudiosos piensan que esta profecía se refiere a un cometa. No sería del todo descabellado, pues para los mayas los cometas eran signos de nuevas etapas en la civilización, una “señal” de los dioses. Sobre este punto, podríamos citar el devastador Tsunami de diciembre del 2004, que comprometió diversos países de Asia.
De acuerdo a los Guías extraterrestres no fue un movimiento sísmico el que generó el maremoto, sino el impacto de un meteorito. ¿Se nos ocultó la verdadera causa del incidente en el Golfo de Bengala? Lo cierto es que la NASA sabe muy bien el peligro que supone una colisión estelar; no en vano, en enero de este año, lanzaron al espacio la operación “Deep Impact”, que lleva el nombre de una conocida película de ciencia-ficción donde se procuraba “detonar” un cometa para que este no impacte con la Tierra. No extrañaría que la NASA pretenda hacer lo mismo, aunque, a nivel oficial, afirma que sólo se trata de un estudio del núcleo de los cometas. Ya el tiempo confirmará si estaban experimentando con armas nucleares que puedan destruir o desviar cuerpos en ruta de colisión a nuestro mundo.
Séptima Profecía
El sistema solar saldrá de la noche para entrar en el “amanecer” de la galaxia. El año 2012 es el momento marcado para ese ingreso. El inicio de un Nuevo Tiempo.
¿Qué significa esto?
El tiempo según los Mayas.
Como vemos, la obsesión de los mayas fue el “tiempo”. Para comprenderlo llegaron a desarrollar 17 calendarios. Sin embargo, aquellos calendarios sólo marcaban ciertos ciclos que la humanidad debería interpretar, y no el misterio profundo del tiempo. Independientemente de que la palabra “tiempo” derive del latín “tempos”, que significa literalmente “La duración de los fenómenos”, el tiempo en sí, en la pureza de su concepto, es difícil de definir y explicar. Desde luego va mucho más allá de cualquier intento de definición. Para algunos, su evocación encierra una clave “entre líneas”:
“Quien posee tu tiempo posee tu mente; posee tu propio tiempo y conocerás tu propia mente”.
Esta frase del investigador norteamericano José Argüelles, no está muy lejos de un Koan Zen o enseñanza budista. En este caso, Argüelles se basa fundamentalmente en la sabiduría maya que advierte a la humanidad de un gran cambio que nos conduce a un tiempo diferente, en armonía con el Cosmos. Pero sugiere algo más: de la misma manera en que el aire es la atmósfera de nuestro cuerpo, el tiempo es la “atmósfera” de nuestra mente. La conexión tiempo-mente es también mencionada por los extraterrestres, y parece formar parte del tránsito de nuestro mundo al Real Tiempo del Universo. En otras palabras, “el tiempo es mental”, y tras este principio reposa el mayor de los misterios.
Volviendo al conocimiento maya y sus calendarios de eventos cósmicos, ellos hablaron de una “Cuenta Galáctica” de 5.125 años como el ciclo que precede aquel “tiempo nuevo” para la humanidad. El inicio de esta cuenta arrancaba en el momento en que se inició su civilización. De acuerdo a diversos estudiosos de sus calendarios, ello habría sucedido en el año 3113 a. C.
Si esto es verdad, aquel “plazo” se cumple en el 2012, el año clave que señala la séptima profecía maya.
Esta información, muy extendida a través de documentales de televisión y numerosos libros, muchas veces omite que el evento no ocurriría exactamente el 22 de diciembre de aquel año, sino que a partir de esa coordenada empezamos a vivir un amanecer colectivo que será más o menos evidente acorde a nuestra preparación y nivel de conciencia. Aquel evento del que hablaron los mayas, es observado detenidamente por diversas civilizaciones extraterrestres. Todo ello entronca perfectamente con la creación de un tiempo artificial en nuestro mundo, como mencionaba líneas arriba. Más allá de los calendarios, queda en evidencia de que existe un conocimiento perdido al que los mayas accedieron: estamos viviendo en una suerte de “dimensión paralela”. Pero, ¿por qué y para qué?
El 14 de febrero de 1990, la sonda Voyager —el “viajero espacial”— dirigió su tecnología de búsqueda de vida extraterrestre a nuestro planeta, como si se tratase de una prueba del equipo antes de abandonar las fronteras de nuestro sistema solar. A la distancia, nuestro planeta lucía como un pálido punto azul en el cosmos. Esta imagen que enviara la sonda conmovió a muchos científicos, incluyendo al célebre Carl Sagan. Pero un hecho adicional también les remecería: grande fue la sorpresa de los científicos al ver que el equipo del Voyager no reportaba “condiciones de vida” en la Tierra (!).
Y me pregunto: ¿Esta es la sonda que enviamos para buscar vida extraterrestre?
Más allá de las accidentadas explicaciones de la NASA —“fallos técnicos”, “mala interpretación del incidente”, entre otros patinazos— nos encontramos ante un fenómeno que fue registrado por el ingenio espacial. Para Sixto Paz, la “anomalía” debe su explicación a una gran puerta dimensional que se encontraría entre las órbitas de Júpiter (“El Instructor”) y Saturno (“Kronos” o “El Tiempo”), lugar de paso de la sonda norteamericana. En esa misma zona espacial, Argüelles ya identificaba el escenario de lo que llamó “la guerra del tiempo”. Y es que esa “puerta” es uno de los puntos de conexión con el Real Tiempo del Universo. El Voyager, al “entrar” en ese umbral estelar, habría visto a la Tierra como se ve realmente en el Universo: un mundo sin seres humanos…
Aunque esta información resulta chocante, nuestra existencia en una “realidad paralela” es parte de un plan orquestado por esferas superiores de conciencia, allí donde fluyen las altas Jerarquías de Luz.
Así pues, la Tierra no es en verdad una nave espacial en movimiento a través del Universo, sino una nave del tiempo. Y sin duda, los mayas fueron iniciados en aquel concepto. E inclusive —al menos para mí no cabe duda—, accedieron a determinadas informaciones gracias a los “Señores de las Estrellas”.
¿Hay indicios de vida inteligente en el Cosmos? ¿Si existen pruebas de que no estamos solos, quién o quiénes procuran silenciar semejante revelación?
Antes de abordar el “Plan Maestro” que involucra nuestro mundo —y por consecuencia la “creación” de un tiempo alternativo—, exploremos un poco las sorpresas que nos tiene reservadas el espacio. Y no tan lejos de la Tierra…
Por Ricardo Gonzalez
Artículo tomado de Mision Rahma
www.rahmaesamar.com